jueves, 6 de septiembre de 2007

Tengo lo que me merezco

Ayer al caer la tarde volví a darle vueltas a mi frágil cerebelo y llegué a la conclusión que tengo lo que me merezco, por pasivo, por dócil, por conformista, por dejar que las cosas pasen sin hacer nada por evitarlo, por cobarde, por gilipollas, por quedarme sentado contemplando el eclipse.

Pienso que hay mucha gente como yo, pero eso no me consuela lo más mínimo.

Y las tardes seguirán cayendo y me desconsuelo irá en aumento porque mis pensamientos no se convertirán en acciones.

sábado, 1 de septiembre de 2007

Equilibrio

No creo en muchas cosas, pero una de las que creo es en el principio universal del equilibrio.

Creo en la perfecta armonía de los planetas, en que todo polo positivo tiene su negativo, que toda acción tiene su reacción, que para que haya ricos debe haber pobres, y que para que haya desgraciados como yo tiene que haber afortunados.

Yo soy de los que nacieron estrellados, pero me alegro por ese ser desconocido que nació con estrella gracias a mí. Todas mis penas son alegrías para otro, que ni siquiera sabe que lo son gracias a mí.

Y no podemos hacer nada para intentar cambiar las leyes del balance. Todo tiene que estar perfectamente repartido, sino pasaría algo parecido a lo que ocurriría si todo el pasaje de un barco se situara a babor.

Imaginaros el caos si un planeta intentara cambiar la órbita que se le ha asignado. No, no podemos hacer nada más que aceptar las cosas como son.

Ayer cayó la última tarde de agosto, fresca y ventosa, y yo me quedé unas horas más para contemplar la maravillosa armonía estelar.